Gestión de Identidades: la identidad en el centro de la seguridad
¿Cuántas veces al día autentica, valida y protege su identidad digital? Hoy todos tenemos una identidad compuesta por datos biométricos, passwords, datos personales, etc. y a la complejidad de validaciones y resguardo de información se suma el hecho de que el volumen de interacciones digitales es cada vez mayor debido a la transformación digital exponencial que estamos viviendo.
¿Qué consideraciones debería tomar en cuenta una empresa que quiere tomarse en serio la gestión de identidades?
Por empezar, el foco debe ser identificar claramente qué necesita la empresa. Tener en cuenta qué se intenta resolver con la implementación de una solución de identidad nos permite identificar particularidades de la organización, mecanismos internos, problemáticas frecuentes y posibilidades de integración de nuevas soluciones a los sistemas actuales.
En segundo lugar, es importante establecer objetivos. Esto permitirá que el resto de la implementación sea efectiva. Por ejemplo, si lo que se quiere es «aumentar la eficiencia del negocio» se deberán definir lo más concretamente posible estadísticas y valores concretos y medibles que se quieran perfeccionar.
Hoy en día la seguridad corporativa requiere de mucho: protección de terminales, antivirus, cifrado, redes privadas virtuales, protección de información confidencial, etc.
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¿Y la mayor amenaza?: El constante cambio del estado de las amenazas. Casi diariamente los negocios son bombardeados con nuevas brechas de datos. Por eso, en seguridad IT es primordial encontrar una forma de avanzar con confianza.
Es necesario crecer y avanzar: ¿cómo lograrlo mientras se lucha contra amenazas reales?
Innovar requiere abrir los perímetros de intercambio de información y activar a los usuarios brindándoles el poder de ingreso. En estos casos, lo que se recomienda es trabajar gestionando el poder de la identidad desde todas las alternativas posibles, para ubicar la identidad en el centro de la seguridad y visualizar toda la información de acceso en todas las aplicaciones en la nube. Este es el paso fundamental para minimizar los riesgos asociados al acceso de los usuarios.
¿Qué pasa con los datos estructurados y no estructurados?
Si bien las organizaciones aprendieron a gestionar sus datos sensibles existentes en los formatos estructurados (servidores, bases de datos, aplicaciones empresariales como, por ejemplo, SAP y Salesforce.com) y similares, en la práctica se considera que el 80% de los datos de las empresas no lo están (correos electrónicos, presentaciones, documentos y otros archivos almacenados en diversas ubicaciones). Como cada compañía diseña sus propios usos de plataformas y aplicaciones, la identidad abierta debe identificar desde el primer día esa agilidad como para responder a esos entornos y sus características.
Especialmente en el caso de los dispositivos móviles y la nube se está frente a un fenómeno de vulnerabilidad potenciada debido a que cada integrante del equipo (especialmente desde la modalidad del trabajo remoto) suma a la empresa sus propios dispositivos, inicia sesión y trabaja desde sus lugares.
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Esta conjunción con los usuarios incluidos en la red y los sistemas instalados en las oficinas requiere de plataformas de identidad abierta capaces de controlar la totalidad del entorno híbrido de manera fluida.
Si hablamos de tecnologías en auge, se anticipa que para 2023 una nueva categoría de plataformas IAM convergentes entregadas por SaaS será el método preferido en más del 45% de las nuevas implementaciones de IAM. Fuente: Gartner |
Hacia el paradigma de la plataforma de identidad abierta
Contar con una plataforma de identidad permite trabajar con homogeneidad integrando todos los aspectos necesarios y ahorrando tiempo, esfuerzo y costos que implicarían las gestiones múltiples. Se trata de mejorar la orientación de la seguridad como un todo. Así como las organizaciones necesitan trabajar con normas de seguridad y acceso a la información claras, también deben identificar todo lo relacionado a la validación de identidades considerando los Recursos (todas las fuentes que puedan ser representadas por una identidad, desde datos hasta aplicaciones); Derechos (la coherencia para permitir el acceso a cada fuente específica) y los Eventos (el registro de un cambio que surja dentro del entorno).
Todos estos aspectos colaboran en el proceso de construcción de una experiencia coherente y ordenada en la que cada usuario que se incorpora a la plataforma cotidianamente se mantenga protegido, así como la información que corre por esos canales.
Trabajar con una plataforma de identidad abierta es expandir una solución con alcance de gestión ilimitado. Desde NeoSecure sabemos que esta integración de distintas capacidades de seguridad en el proceso de negocio del cliente es fundamental, por eso trabajamos, por un lado, el Onboarding o el alta digital de nuevos clientes, empleados, o ciudadanos de forma ágil y segura; luego el control del acceso seguro a través de mecanismos de autenticación robustos y finalmente el análisis y detección de fraude en línea.
¿Esta su empresa protegiendo los datos para resguardar la identidad de usuarios y clientes? ¿Tiene dudas?